¿Sabían que trasladarse de Quito a Guayaquil tomaba entre 15 y 30 días antes de que operara el ferrocarril en el Ecuador? El precursor de esta obra fue Gabriel García Moreno, quien para 1870 logró construir 40 km del recorrido que conocemos. Posteriormente, y pese a las diferencias ideológicas con Moreno, Eloy Alfaro coincidió conSigue leyendo «#EcuadorEnTren: La historia detrás de la Ruta de los Volcanes»
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En la mitad
Porque al llegar a la mitad que no es mitad pero, al final, todos se toman la foto como si fuese la mitad del mundo, siempre nos podremos sentar a tomarnos un Helado Salcedo. Ese que tiene como tres colores y que marca al ecuatoriano desde pequeño (tanto como la guagua, la colada morada ySigue leyendo «En la mitad»
Aerosmith, desde la mitad del mundo
DSC_0027, originalmente cargada por Vagabundavida. Con la noticia de que se le cayó el diente al (encantador) Steven Tyler – en el vecino territorio paraguayo- y con la idea de que «acá no nos llega ni Dios», el concierto de Aerosmith en Ecuador se logró y con estadio lleno. La llegada de los «chicos malosSigue leyendo «Aerosmith, desde la mitad del mundo»
En la calle
En la calle, originalmente cargada por Vagabundana. Como siempre, y en mi intento de no quedarme encerrada en un lugar, salí a caminar por las calles de Quito. Era el segundo día que agarraba el mismo camino, por lo tanto la sedunda vez que lo veía. Creyente de un Dios al cual le cantaba conSigue leyendo «En la calle»
Panecillo
Panecillo, originalmente cargada por Vagabundana. Luego de caminar por la calle Venezuela, y perdernos por la Guayaquil, decidimos cómodamente agarrar un taxi que nos lleve donde la virgen que divide a la capital del sur con el centro. Con 3.000 metros de altura, se encuentra la colina del Panecillo, una referencia para la población quiteña,Sigue leyendo «Panecillo»
Arriba de Quito
Arriba de Quito, originalmente cargada por Vagabundana. A la vuelta de un concierto y con la alegría de no estar en la misma ciudad; se siente relativamente bien estar en la colina del Panecillo, con tres mil metros sobre el mar, para gritar un poco más fuerte de lo normal. En la foto mi compañeraSigue leyendo «Arriba de Quito»