Piernas al frente, mantente firme, no lo pienses más, déjate caer (tal como la canción de Los Tres) ¡Sin cerrar los ojos! A la cuenta de tres me caigo hacia el vacío. La velocidad me genera una pequeña descarga de adrenalina. Dejo que el grito que se me desprende continúe mientras estoy en el aire. Estamos ante una imponente panorámica de la ciudad roja, destaca la brisa en sus árboles y tejados. Un vistazo a Cuenca desde el escondido columpio del mirador de Turi.
Turi es una parroquia de Azuay que se encuentra aproximadamente a 4 kilómetros de #CuencaCiudadViva, Ecuador. Su altura lo ha convertido en un «balcón» para admiradores de la naturaleza, amantes y religiosos que se cruzan para contemplar la panorámica aunque hay algo más en ese cerro. Tras una vieja puerta se halla «Aventuri», el lugar que tiene: «Ese columpio gigante para que se diviertan», palabras de Miguel Toledo, uno de los hermanos creadores del centro que inyecta adrenalina a todos sus visitantes.
Columpios en el mundo
Existen algunos columpios que han sido reconocidos en Maldivas, Indonesia o en Tailandia al rodearse por agua cristalina. Es más si tratamos de ver uno de los más radicales podemos encontrar caídas como este tipo de bungee jumping que se presenta como el columpio más alto del mundo: Oribi Gorge Swing. Un aterrador salto al abismo en Zululandia, Sudáfrica. -Mira la historia de Lawrence Santangeli al registrar su caída en este borde africano a una altura de 55 pisos-.
Otro gran columpio conocido es llamado el fin del mundo, ubicado precisamente en Ecuador, un poco más hacia el norte, en Baños de Agua Santa, provincia de Tungurahua. La Casa del Árbol, donde se sostienen estos dos columpios, tiene una magnifica locación que ha permitido tomar renombradas fotografías. Y es que al balancearse en el columpio ante el Tungurahua, se prueba como uno de los mejores sitios para observar el imponente volcán. Hablamos de un columpio de grandes dimensiones que permite llevarse una imagen natural de un magnifico acantilado que va hacia el abismo.

¿Cuál es la diferencia con el columpio del mirador de Turi?
Es simple. Desde este columpio agarrado por una magnifica fortaleza de árboles de eucalipto, te permite colocarte en una pendiente con amplia vista hacia Cuenca. Esa velocidad puede hacerte sentir altos niveles de adrenalina en segundos. «La naturaleza y su altura me impresionaron para formar el local», recuerda Marcelo Toledo, hermano de Miguel, quien se toma la parte de arriba para contarte los pocos segundos que te quedan hacia el vacío. «Esto es para que se desestrese, para que venga y se vaya tranquilo», reafirma Marcelo sobre una actividad que tiene más público los fines de semana. Aunque el horario nocturno es la mejor experiencia, aseguran los hermanos Toledo.
Balancearse unos minutos sobre Cuenca cuesta US$1,50. ¿Cómo llegar? Se puede acceder en taxi desde el centro por US$3 o en bus por un costo de US$0,25. A nosotros nos recibió un columpio con lluvia pero fue irresistible. Al igual que el canelazo caliente que nos dejó más tranquilos, como tanto nos sugería Marcelo. ¿Se arriesgan? …
¡Genial! ¡¡¡Yo quiero!!!
Respira y abre los ojos. Siempre con los ojos abiertos 😀
¡¡Claro!! si no te pierdes de todo lo que puede llegar. 🙂
jaja mi video es bueno