No puedo decir que soy una buena lectora. Cuando agarro un libro usualmente me demoro más de un mes en leerlo. Aparte, no leo más de 3 libros al año… y esto con suerte.
Sin embargo, me gusta leer.
Cuando un libro me agarra a mi, es difícil que lo suelte; aunque tengamos nuestros altibajos, como toda relación, a paso lento, un capítulo a la vez.
En El Caminito, el museo abierto del barrio La Boca, en Buenos Aires, encontré esta frase…

– F. Croisset
Y es que hay mil formas de viajar sin viajar. Tal vez la primera que se aprende sea a través de la lectura, viviendo historias creadas; otros viajes inician en la imaginación y puede que terminen en la realidad; también escuchando realidades ajenas. Para otros tal vez algún porro sirva.
En esta ocasión he decido viajar también con un libro de cuentos.

Cortázar me acompañó en el viaje y recorrí con él entre hydras, cajas de fósforos, amores enumerados y más…

Confieso que me estoy enamorando.