São Paulo fue una parada inesperada pero necesaria para que el viaje no se haga tan pesado y costoso. Es considerada como la capital comercial de Brasil y entra en el cliché «selva de cemento». Esta ciudad tiene aproximadamente 20 millones de personas; es decir, más que la población de mi país, Ecuador (14 millones).
Llegamos en la tarde y Tereza nos recibió con una gran sonrisa. Ella tiene una sonrisa muy particular, es una sincera.
Y pensar que no quería venir a esta metrópolis… Encontré una acogida espectacular. Fue un lunes de cervezas, conversaciones y risas en el patio trasero. Y fueron tantas risas que los vecinos nos mandaron a callar, así que entramos a la casa a seguir la jarana… ahora con samba y cachaça.
La cachaça es un licor típico brasilero, que nace de la caña de azúcar y, aunque es de consumo popular, hay producciones más elaboradas y con mejores sabores. Tereza me dio a probar una cachaça espectacular, que se realiza en una hacienda de algún lugar de Brasil que ya no recuerdo.

Si logran encontrar esta cachaça, disfrútenla y no se olviden de brindar conmigo.
Recorrido exprés:
Con sólo pocas horas para conocer São Paulo, elegimos saborearlo primero… Y fuimos al Mercado Municipal.
Frutas por doquier y locales de comida que, en conjunto, parecen un patio de comidas de un centro comercial… Diferentes a los mercados de mi país, que tienen otro tipo de sonidos y movimiento, son más populares, más pueblo, más caseros.

Probé sánduche de Picanha, pastel de bacalao y pastel de mortadela con queso. Estos tres sánduches o pasteles son un plato típico en Sāo Paulo y totalmente recomendados!
El pastel de mortadela es lo más tradicional y muy sencillo. Es básicamente capas y capas de mortadela envueltas en una masa de harina que se mete al horno.
El pastel de bacalao es más elaborado y, en mi opinión, más sabroso. Se realiza con bacalao fresco, col, cebolla, entre otros ingredientes; luego es cocinado dentro de una masa de harina. El bacalao, pese a ser un pescado de un sabor fuerte, tiene un gusto suave.
El sánduche de Picanha es carne cocinada con hierbas y sal y que se colocan en un pan baguette… listo! Sencillo y a la vez muy sabroso, aunque algo seco.

Selva de cemento:
Dicen que Sao Paulo es un monstruo, una selva de asfalto. Lo creo. El único día que tuve para conocer rápidamente a esta ciudad de 20 millones de habitantes, logre reconocer que el movimiento es constante.
Después del mercado, caminamos unas cuantas cuadras a la estación de metro más cercana. Los comerciantes callejeros y locales comerciales estaban por todo el camino, además de que los peatones eran más comunes en las calles que los mismos carros.

Llegamos luego a la avenida Paulista, que es una arteria de negocios en São Paulo. No tan ajetreada de transeúntes, pero sí llena de edificios rascacielos con arquitecturas vanguardistas.
No obstante, también se puede apreciar el estilo clásico, gótico y colonial cerca de la Praça da Sé. Unas cuadras más adelante se encuentra el Pateo do Collegio, lugar dónde fue fundada la ciudad en 1554. Un edificio colonial y que ahora funciona como museo y centro cultural.

Me hubiera gustado conocer más, pero el tiempo no fue suficiente.